Lo que falta de los 81 millones de euros sumado al casi millón doscientos mil de la sociedad anónima, del que no hay que restarle nada, lo deben enterito.
Conforman una deuda histórica que la actual Fundación Bancaria UNICAJA tiene y mantiene con el pueblo de Ronda.
No es permisible que el señor Medel se apropiara de uno de los motores económicos de la Comarca de Ronda y no cumplan ni tan siquiera lo que se inventaron para pagar.
Cuando se trampea de oficio, a menudo se firman cosas que no tienes pensado cumplir. Todo el proceso de formación de UNICAJA está lleno de recortes, incumplimientos, medias verdades y mentiras completas. Vean sino las manifestaciones de empleados.
La cuarta, y última medida acordada, no podía ser otra que la retirada del procedimiento judicial interpuesto. Verdadero objetivo de este trampantojo creado por el señor Medel.
De los 81 millones que deberían haber invertido en Ronda, habría que restarle lo verdaderamente invertido, cifra que es una lástima no se encuentre disponible al público, ya que las memorias publicadas no son más que un cumulo de fotos sobre grueso papel satinado con un escueto estado financiero que nada aclara. Parece el HOLA de las obras sociales. Solo la firma les falta de Jaime Peñafiel.
Dentro del proceso que ha llevado a la Caja de Ahorros de Ronda a convertirse en una Fundación Bancaria, hay un momento importante que merece especial atención.
En Ronda, a principios de los años noventa, apareció una asociación, llamada “Ronda por su Caja”, con la pretensión de detener o al menos fiscalizar la fusión origen de UNICAJA. Incluso llegaron a convocar una manifestación ciudadana recordada por la masiva participación.
Manuel Ramírez Troyano
Una de las iniciativas emprendidas se sustanció en un procedimiento declarativo bajo el número 151/90 tramitado en el juzgado de primera instancia número 1 de Ronda.
Esta iniciativa motivó la firma de un contrato privado entre miembros de esta Asociación y la CAJA DE AHORROS DE RONDA, representada por el Presidente del Consejo de Administración, Braulio Medel y el Director General, Francisco de la Rosa. Esto ocurría en Sevilla, cumplido el catorce de Marzo de 1991.
El objeto del contrato era, cita textual, “controlar el proceso de fusión de varias entidades de ahorro (entre ellas la de Ronda) y comprobar que el mismo no redunda en perjuicio de la labor social y de promoción de la CAJA DE RONDA”
Para salvar y conservar la Obra Social de la Caja se llegó a diversos acuerdos.
Tras la creación de UNICAJA se constituiría una Fundación Cultural con fines benéficos-asistenciales. Lo que hoy se conoce como la Fundación UNICAJA-RONDA. A ésta quedarían adscritos los Centros y establecimientos culturales, benéficos y docentes en funcionamiento en ese momento, en Ronda.
Para llevar a cabo esta gestión, los representantes de CAJA RONDA estimaban que la inversión en Obra Social en Ronda, hasta ese momento, oscilaba entre 270 y 290 millones de pesetas. Para ser una entidad financiera acostumbrada a contar los céntimos con afán, los redactores del contrato acotaban un rango de 20 millones, laxo contaje Lazarillo.
Como aquí somos de la parte contratante se tomará como referencia la parte alta del rango, y así, actualizando las pesetas, tenemos en 1992, un presupuesto anual de la Fundación de 1.743.983 euros.
En el contrato no se especifica, pero es de imaginar que ese presupuesto se vería incrementado con el correspondiente IPC anual. Aplicando esta índice desde 1992 hasta 2020, el presupuesto de la Fundación UNICAJA-RONDA debería ascender en el año en curso a 3.449.097,83 euros.
Sumando, sumando resulta que la Fundación UNCAJA-RONDA tendría que haber invertido exclusivamente en Ronda y Comarca desde su creación, la escalofriante cifra de 81.211.079,56 euros.
Seguro que ese montante da para algo más que un museo y dos colegios.
El segundo de los acuerdos reflejados en el contrato habla de la creación de una sociedad dedicada al fomento económico-empresarial de la Comarca de Ronda, con un capital social fundacional de 100 millones de pesetas, 601.373 euros.
Por más que se busca y rebusca, en la actualidad en Ronda no se encuentra rastro alguno de esta sociedad. Un incumplimiento de este calibre, sumando de nuevo el IPC, y sin intereses, la generosidad por delante, redunda en 1.189.344,08 de euros.
La tercera medida acordada especifica la conservación del Centro de Proceso de Datos con las pertinentes dotaciones de plantilla.
Si quieres acceder a la Memoria de Responsabilidad Social de Empresa (2008), haz clic aquí.