UNICAJA nació en 1992, ocho antes en 1984, en Ronda había: 3 Guarderías infantiles con 379 niños, 5 Colegios con 1.940 niños, la Colonia Las Delicias con 1.608 niños y 701 asociados en Hogares de Jubilados.

Mucho se ha hablado de la escasez de niños que imposibilitaba mantener las guarderías y los colegios, pero ese argumento se contrapone al cierre de los Hogares de Jubilados. Habría que pensar que todos esos niños son ahora felices jubilados de pensión baja.

De los inmuebles que declara la Obra Social de UNICAJA en 2014, sus fechas de inauguración resultan significativas: Colegio Juan de la Rosa 1959, Colegio Sagrada Familia 1965, Colonia las Delicias 1968, Parra Grossi 1970, Fernando de los Ríos 1974.

El 31 de octubre de 2014 se celebraba en Málaga la última de las Asambleas Generales de UNICAJA como Caja de Ahorros. El primer punto del orden del día era su “transformación en Fundación Bancaria”. El segundo era la determinación y valoración de la dotación bancaria.

Cambiaban la personalidad jurídica y para ello listaban y clasificaban propiedades. Se hicieron dos distinciones: inmuebles de uso propio e inmuebles afectos a la Obra Social.

En Ronda, en 2014, los inmuebles afectos a la Obra Social eran 12, en la actualidad 6 de ellos se encuentran cerrados: Guardería Mª Luisa Ortiz, Colonia infantil Las Delicias, Colegio Sagrada Familia, Hogar del Jubilado, Colegio San Francisco, y Colegio San Francisco (Preescolar). La Residencia de ancianos Parra Grossi, alquilada a una empresa privada. Abiertos solo tres: el Museo Joaquín Peinado, y los colegios Juan de la Rosa y Fernando de los Ríos.

Manuel Ramírez Troyano

En 30 años tan solo una aportación de UNICAJA a lo ya creado por la Caja de Ahorros de Ronda, el Museo Joaquín Peinado en 2001. 30 años para añadir un solo elemento se antoja un balance demasiado pobre. Claramente la Fundación UNICAJA-Ronda fue creada tan solo para aparentar algo muy diferente a sus intenciones y a la realidad posterior, finiquitar y destruir la Obra Social.

En el contrato firmado para la fusión en 1991, se puede leer:

          “A la citada Fundación, (se refiere a la Fundación UNICAJA-RONDA), quedarían adscritos los Centros y establecimientos culturales, benéficos y docentes, actualmente en funcionamiento en Ronda.”          

Crean una fundación, le ceden unos establecimientos para con posterioridad cerrarlos y venderlos sin revertir el beneficio en la Fundación a las que han sido cedidos. Un beneficio usado para absorciones, fusiones y otras formas de transformar una Institución como la Caja de Ronda, que no era privada, en una privada y privativa.

Los inmuebles deberían estar en uso, único objetivo de la Fundación UNICAJA-Ronda. Caso de alquilarlos, los beneficios que pudieran obtenerse, como la ventas de la Residencia Parra Grossi, del colegio Sagrada familia, el Hotel Victoria o el Hogar del jubilado deben caer del lado de la Fundación rondeña.

Aunque para respetar el espíritu de la fusión originaria, en vez de cerrar las actividades de la Obra Social y en caso de imposibilidad manifiesta de mantenerlas, tendría que cambiar de actividad usando el mismo presupuesto, así la Obra Social podría evolucionar que no difuminarse.

La actuación del Ayuntamiento de Ronda en 1904, obligando a los patronos de la Fundación Moctezuma a fundar la Caja de Ahorros, muestra el camino a recorrer por los actuales ediles.

El Ayuntamiento de Ronda tiene algo más que derechos morales sobre la Obra Social.

El Ayuntamiento de Ronda debe recuperar el liderazgo que mostró en 1904, ponerse a la cabeza y detener la sangría a la que someten a Ronda. Entre la Iglesia con el Castillo cerrado en su enésimo intento de venderlo, y UNICAJA destruyendo la Obra Social, poco queda del legado que la Marquesa de Moctezuma dejó al pueblo de Ronda.

Los actuales gobernantes rondeños deben salir de Duquesa de Parcent, superar la agorafobia política que padecen, levantar la cabeza y dejar de mirar la mesa de formica del salón de plenos, dirigirse seriamente a la Fundación UNICAJA-Ronda, reclamar el cumplimiento de lo pactado a través de la deuda histórica, fiscalizar y exigir la conservación de la Obra Social.

Ronda necesita una Universidad que permita un asidero económico y social. Y visto lo visto, la Fundación UNICAJA-Ronda necesita ideas y proyectos donde invertir.

Es cuestión de que el Ayuntamiento de Ronda tome la iniciativa. No hay mejor proyecto para enfocar la deuda histórica.